Situados a una altitud de entre 650 y 750 metros nuestros viñedos son cultivados en suelos pedregosos y calizo calcáreos aportando al vino su remarcable mineralidad.
Contamos con 30 hectáreas con una amplia selección de variedades como Graciano, Moravia agria, Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah y un nuevo proyecto con Bobal.
El clima continental, así como la brisa mediterránea favorecen una maduración lenta y la perfecta formación de polifenoles. El régimen de lluvias y la cantidad de horas de sol durante el periodo de maduración reducen al mínimo el riesgo de enfermedades.
Nuestra sala de crianza tiene barricas de roble francés y americano.